En 2025, el turismo masivo ha generado tensiones en varios pueblos y ciudades del mundo, donde los residentes protestan contra la sobrecarga de visitantes que alteran su vida diaria, encarecen la vivienda y erosionan la identidad local. Estos destinos, según informes de El Confidencial, BBC Mundo y The Independent, han implementado medidas como restricciones de acceso o campañas contra el «sobreturismo».
A continuación, presentamos un ranking de los cinco pueblos más notorios por su rechazo al turismo, con detalles sobre sus problemas y estimaciones de visitantes anuales.
1. Venecia, Italia
Venecia, con 20 millones de visitantes estimados en 2025, es el epicentro de la turismofobia. Los residentes, solo 50,000, se quejan de la invasión de cruceristas y turistas diurnos que colapsan los canales y encarecen la vida. El ayuntamiento cobra una tarifa de €5-10 por visitante no residente, y protestas como «No Grandi Navi» (No Grandes Barcos) han limitado cruceros. Pintadas como «Turisti go home» reflejan el descontento. Es un destino mágico, pero su fragilidad lo hace hostil al masivo.
2. Barcelona, España
Barcelona, con 10 millones de visitantes estimados en 2025, ha visto protestas masivas contra el turismo, como las de 2017 con «Turistas go home». Los 1.6 millones de residentes sufren por el alquiler turístico que sube precios (hasta 40% en barrios como Gràcia). La alcaldesa Ada Colau congeló licencias de hoteles y multó a Airbnb. Movimientos como «Barcelona no es una tienda de recuerdos» exigen límites. Su arquitectura modernista atrae, pero el hacinamiento la hace sentir rechazada.
3. Santorini, Grecia
Santorini, con 2.5 millones de visitantes estimados en 2025, limita a 8,000 turistas diarios en verano para preservar su tranquilidad. Los 15,000 residentes protestan contra cruceros que descargan miles de visitantes, colapsando calles y playas. Medidas como restricciones a barcos grandes y horarios limitados reflejan el rechazo. Casas blancas y atardeceres rosados son icónicos, pero el overturismo ha generado campañas locales contra el «turismo de masas».
4. Cinque Terre, Italia
Cinque Terre, con 1.5 millones de visitantes estimados en 2025, es un conjunto de cinco pueblos en la Riviera italiana que limita a 1.5 millones de turistas anuales para evitar el colapso. Los 4,000 residentes se quejan de senderos abarrotados y precios inflados. El Parque Nacional cobra entradas (€7.50 por día) y cierra accesos en temporada alta. Su belleza costera es mágica, pero el rechazo al turismo masivo es palpable.
5. Bután, Asia
Bután, con 300,000 visitantes estimados en 2025, impone una tarifa diaria de $200 USD (alto valor, bajo impacto) para preservar su cultura budista. Los 770,000 residentes rechazan el turismo masivo, limitando llegadas y priorizando calidad sobre cantidad. Campañas como «Felicidad Nacional Bruta» promueven visitas responsables. Sus monasterios y Himalayas son únicos, pero el costo y restricciones reflejan un rechazo al overturismo.
Yuniet Blanco Salas